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Psicothema was founded in Asturias (northern Spain) in 1989, and is published jointly by the Psychology Faculty of the University of Oviedo and the Psychological Association of the Principality of Asturias (Colegio Oficial de Psicología del Principado de Asturias).
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PSICOTHEMA
  • Director: Laura E. Gómez Sánchez
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  • Digital Edition:: 1886-144X
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Psicothema, 1998. Vol. Vol. 10 (nº 2). 437-445




INFLUENCIA DEL TIPO DE RASGO Y DE LA META DE PROCESAMIENTO EN LA ESPONTANEIDAD DEL PROCESO INFERENCIAL

Verónica Betancort Rodríguez

Universidad de La Laguna

Una de las cuestiones más discutidas en la investigación reciente sobre inferencia de rasgos a partir de información conductual es si estas se hacen espontáneamente o por el contrario requieren el control consciente de los perceptores. Este artículo se opone a tal dicotomía y considera que la espontaneidad vs. control del proceso es una cuestión de grado en el que intervienen el tipo de rasgo y la meta de procesamiento de los perceptores. Con este fin se realizó un experimento en el que participaron 108 sujetos distribuidos en varios grupos según la meta de procesamiento (formación de impresiones, memorizar conductas, memorizar dígitos), el tipo de rasgo (facilidad vs. dificultad para ser asociado a una conducta), y la pista que se proporcionaba en la prueba de recuerdo (relacionada con el actor, con la conducta o sin pista). La variable dependiente fue el número de conductas recordadas. Los resultados muestran que hay una inferencia espontánea en condiciones de formación de impresiones y de memorizar frases pero no en memorizar dígitos. Además, la inferencia espontánea solo se dio cuando los rasgos eran fáciles de asociar a una conducta. Esto lleva a concluir que los dos factores estudiados inciden en la espontaneidad del proceso de inferencia de rasgos.

Spontaneous trait inference: influence of trait type and goal process. One of the most controversial research issues currently under discussion in the area of social inference of traits based on behavioral information is whether these inferences are formulated spontaneously or if they are consciously controlled by perceivers. This article opposes this dichotomy considering the debate over spontaneity vs. control of the process is a matter of degree involving the type of trait and the perceivers goal in the process. To this end we have carried out an experiment involving 108 subjects,distributed in various groups according to the aim of the process (impression formation, memorization of behavior or numbers), trait type (facility vs. difficulty to be associated with a type of behavior), and the clue that was provided in the memory test (related to the actor, to the behavior or without clue). The dependent variable was the number of remembered behaviors. The results showed that there is a spontaneous inference in conditions of impression formation and memorization of sentences but not in the memorization of numbers. Furthermore, the spontaneous inference only occurred when the traits were easy to associate with a type of behavior. Therefore it leads us to conclude that the two factors considered have influence on spontaneity in the process of trait inference.

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La distinción entre procesamiento automático y controlado de la información está inspirando un buen número de investigaciones en Psicología Social. Este es el caso de muchos estudios sobre categorización social (Bargh y Pietromonaco, 1982), influencia social (Fiske, 1980), actitudes (Bargh, Chaike, Govender y Pratto, 1992) y estereotipos (Gilbert y Hixon, 1991). Ahora bien, es el ámbito de las inferencias que tienen lugar en la formación de impresiones el que cuenta con una tradición más dilatada en este sentido, y el que representa en gran medida el debate contemporáneo entre estas dos modalidades de procesamiento. Por un lado, la idea de inferencia automática se remonta a la explicación que da Asch (1946) a la forma en que se articulan los rasgos relativos a una persona y que dan lugar a una impresión coherente. Por otro, la inferencia racional y controlada es la característica que más destaca en las teorías de la atribución (Jones y Davis, 1965; Kelley, 1973), ya que exigen la acción de procesos deliberativos capaces de manejar simultáneamente varias informaciones. Sin embargo, estas posturas aunque son diferentes no son irreconciliables, y en esta dirección apunta el estudio que aquí se presenta. Concretamente, se plantea que el nivel de espontaneidad de las inferencias de rasgos depende del tipo de rasgo y de la meta de procesamiento del perceptor.

De los trabajos que se decantan por la inferencia espontánea de rasgos uno de los más paradigmáticos es el de Winter y Uleman (1984). Estos autores muestran que las personas realizamos inferencias sociales espontáneas como parte de nuestra comprensión de la información social. Para comprobar que las inferencias de rasgos se realizan simultáneamente a la codificación de la conducta, Winter y Uleman (1984) adoptaron el paradigma de la especificidad en la codificación de Tulving y Thomson (1973). Este principio sostiene que una señal es eficaz en la recuperación de una información determinada en la medida en que ha sido procesada al mismo tiempo que dicha información. Winter y Uleman (1984) emplearon este paradigma argumentando que si las personas hacen inferencias de rasgos on line cuando procesan una conducta, esos rasgos serán almacenados en la memoria junto con la información conductual. Por consiguiente, dichos rasgos servirán como pistas efectivas para recuperar dicha información conductual. En el procedimiento utilizado, los sujetos con la instrucción «memorizar frases» leían enunciados que describían a una persona realizando una conducta de la que era posible deducir un rasgo (Por ejemplo: «La secretaria resolvió el misterio cuando solo había leído la mitad del libro»). Winter y Uleman (1984), argumentan que si los sujetos infieren un rasgo (por ejemplo: «perspicaz»), mientras leen la frase, entonces el rasgo «perspicaz» se almacenará con la frase y será una buena pista para recuperarla. Para comprobar esta hipótesis se pedía a los sujetos que recordaran los enunciados bajo tres condiciones diferentes: a) se presentaba como pista un rasgo; b) se presentaba como pista una palabra asociada semánticamente a la frase; c) no se les presentaba ninguna pista. Los resultados muestran que el recuerdo es mayor cuando se utiliza el rasgo como pista. Según los autores, esos resultados indican que los sujetos hacen inferencias de rasgos de manera no intencional cuando codifican la información.

Sin embargo, no todos los investigadores abogan por la espontaneidad del proceso inferencial. Así, por ejemplo, Bassili y Smith (1986), hipotetizaron que si las inferencias de rasgos son espontáneas, entonces los sujetos hacen inferencias similares tanto cuando se les pide explícitamente que las hagan como cuando no se les demanda explícitamente. De acuerdo con este argumento, los autores emplearon un grupo al que se pedía explícitamente que se formaran una impresión del sujeto de la acción, y por tanto, hicieran inferencias on line, y otro grupo al que pedían que memorizaran las frases. Si un rasgo es igual de efectivo como pista para recuperar las frases cuando los sujetos se forman una impresión del actor que cuando memorizan frases, entonces los procesos inferenciales son espontáneos. Sin embargo, los resultados mostraron que los rasgos facilitaban más el recuerdo de las frases en la condición de formación de impresión que en la condición de memorizar frases. A partir de estos resultados, Bassili y Smith (1986), sugieren que la inferencia de rasgos no ocurre espontáneamente cuando los sujetos están leyendo y comprendiendo una frase.

Ahora bien, el debate ilustrado por los experimentos de Winter y Uleman (1984), y Bassili y Smith (1986), es en realidad un debate poco fecundo. En este sentido, el presente trabajo en la línea de investigaciones más actuales (Bassili, 1993; Uleman, Winbrone, Winter y Schecter, 1986), entiende que en la inferencia de rasgos intervienen diferentes factores que modulan la espontaneidad con la que se realiza el proceso.

Así, el primer factor que se aborda en esta investigación es la meta de procesamiento que tienen los sujetos, ya que queremos comprobar si las diferentes demandas cognitivas que requieren las distintas estrategias de procesamiento de la información tienen influencia en el nivel de espontaneidad inferencial. Con este objetivo, se utilizarán tres tipos de metas de procesamiento diferentes: memorizar frases, memorizar dígitos y formación de impresiones.

El segundo factor es la característica del rasgo que se tiene que inferir de la conducta. En una investigación anterior (Betancort y Rodríguez, 1996a), se comprobó que los rasgos difieren en el tipo de relación o correspondencia que tienen con las conductas. Esto permitió establecer rasgos a partir de los cuales es fácil o difícil imaginar conductas, rasgos que aluden a conductas frecuentes o infrecuentes, etc. Dicha taxonomía sirvió de criterio para seleccionar los rasgos empleados como estímulos de esta investigación. Concretamente, se escogieron rasgos para los que resultaba fácil y rasgos para los que resultaba difícil imaginar conductas relacionadas. El propósito de esta decisión es ver si aquellos rasgos que tienen una relación más estrecha con la conducta tienen más probabilidad de generar inferencias espontáneas que los rasgos que mantienen una relación más difusa con la conducta.

Para estudiar estos dos factores en el ámbito de las inferencias de rasgos utilizamos el paradigma de la especificidad de la codificación de Tulving y Thomson (1973). Concretamente se emplearon dos tipos de pista y una condición sin pista. El primer tipo de pista fue un término que designa a la conducta o asociado conductual (v.gr. valentía), mientras que el segundo caracteriza al sujeto que realiza la conducta (v.gr. el rasgo valiente). Este cambio se realizó siguiendo los modelos inferenciales más actuales (Fiske, 1988; Quattrone, 1982; Trope, 1986), que coinciden en que los sujetos realizan, en primer lugar, un proceso de categorización de la acción para a continuación categorizar al sujeto de la acción. Esta variable –tipo de pista–es básicamente instrumental, ya que su uso es un requisito del paradigma de Tulving y Thomson (1973). De ser la inferencia de rasgos totalmente espontánea, el recuerdo con pista rasgo debería ser mayor que el recuerdo sin pista, o con pista de asociado conductual. Sin embargo, de acuerdo con nuestra hipótesis de trabajo, esta relación quedará afectada por la meta del sujeto al codificar la información y las características del rasgo que se tiene que inferir de la conducta.

Concretamente, esperamos que los sujetos lleven a cabo una inferencia espontánea de rasgos cuando tienen como meta de procesamiento memorizar las frases o formarse una impresión. En cambio, esta inferencia no tendrá lugar cuando el objetivo es memorizar dígitos debido a la sobrecarga cognitiva a la que estarán expuestos los sujetos. Además, cuanto más clara y directa sea la relación entre la conducta y el rasgo (rasgos para los que es fácil imaginar conductas), más probabilidades existen de que se produzca una inferencia de rasgo espontánea. Sin embargo, a medida que dicha relación se hace más difusa (rasgos para los que es difícil imaginar conductas) se complica la posibilidad de que surja a partir de la conducta una inferencia de rasgos espontánea.

Método

Sujetos

Participaron en el experimento 108 sujetos, de ambos sexos, estudiantes de primer curso de Psicología de la Universidad de La Laguna. Todos los sujetos experimentales recibían créditos de curso por participar.

Materiales

El material empleado en esta investigación consistió en enunciados conductuales, diferentes tipos de pistas para elicitar el recuerdo (tabla 1), así como series de números elegidos al azar.

Los enunciados conductuales aluden a conductas que implican rasgos (Por ejemplo: Afrontar con determinación situaciones peligrosas. Rasgo: valiente). Para establecer de forma inequívoca la relación conducta-rasgo partimos de un listado de 150 rasgos empleados en una investigación anterior (Betancort y Rodríguez, 1996a). En dicha investigación se obtuvo una taxonomía que permitía agrupar dichos rasgos utilizando varias dimensiones relevantes por su relación con la conducta. Del conjunto seleccionamos los 20 rasgos que se ajustaban mejor a los dos extremos de la dimensión imaginabilidad (facilidad para imaginar conductas que confirman o desmienten el rasgo vs. dificultad para imaginar conductas que confirman o desmienten el rasgo). Una vez elegidos los rasgos, las conductas relacionadas se escogieron a partir de otro estudio (Betancort y Rodríguez, 1996b), que permitió disponer de un listado de conductas para cada uno de los rasgos que se estudiaban, así como determinar para cada uno de los rasgos la tipicidad de las conductas con las que se relacionaban.

Otro material necesario para la investigación lo constituían los términos asociados a la conducta. Estos se obtuvieron sustantivando los rasgos seleccionados. Por ejemplo, del adjetivo valiente derivamos el sustantivo valentía, de responsable derivamos responsabilidad, etc.

Por último, se emplearon series de cinco pares de dígitos que fueron seleccionados al azar (Por ejemplo: 45 24 32 87 21).

Diseño

Se trata de un diseño factorial de 3x2x3. La primera variable independiente –intergrupo– consistió en presentar diferentes metas de procesamiento a los sujetos (formarse una impresión vs. memorizar frases vs. memorizar dígitos).

La segunda variable independiente –intragrupo– fue la presentación de conductas que implicaban diferentes tipos de rasgos (fáciles de imaginar vs. difíciles de imaginar).

La tercera y última variable independiente –intergrupo– fue el tipo de pista que reciben los sujetos en el momento de recordar la frase (sin pista vs. pista de término asociado a la conducta vs. pista de rasgo).

La variable dependiente fue el recuerdo de la frase.

Procedimiento

El experimento se realizó en el laboratorio de Psicología Social, en un espacio dividido en cubículos independientes de modo que cada sujeto no puede ver al resto de los participantes.

El sujeto se sentaba delante de un monitor en el que aparecían las instrucciones de la investigación. Había tres grupos experimentales, cada uno de los cuales recibía instrucciones diferentes al resto: formarse una impresión del actor, memorizar frases o memorizar dígitos.

En las instrucciones para la condición de «formación de impresiones» se informaba a los sujetos de que se les presentaría una frase cada 8 segundos y que dichas frases se referían a diferentes individuos realizando conductas muy variadas. La tarea que tenían que realizar era formarse una impresión acerca de las personas que realizaban las conductas.

Las instrucciones para los sujetos en la condición de «memorizar frases» era similar a la anterior. La única diferencia era que se debían memorizar las frases que aparecían en su pantalla.

Las instrucciones para la condición de «memorizar dígitos» indicaba a los sujetos que se les presentarían:

«... una serie de números que tienes que memorizar. Cada número te será presentado durante 3 segundos. Después de cada cinco números aparecerá en el monitor una frase durante 8 segundos que tendrás que leer, y repetir en un tono de voz de forma que tu puedas oírte pero que no moleste a tus compañeros. En cada una de las frases aparecerán diferentes personas realizando conductas muy variadas. Después de presentarte la frase la pantalla quedará en blanco y tu tendrás 20 segundos para recordar y escribir la serie de números que aparecieron antes de la frase. El procedimiento se repetirá hasta presentarte un total de 20 series de cinco números cada una».

En las tres condiciones experimentales aparecían, después de las instrucciones, unos ejemplos para que los sujetos se familiarizasen con la tarea que tenían que realizar. Inmediatamente después de los ejemplos se presentaban las frases estímulo. Una vez presentadas las frases aparecía una tarea distractora de 2 minutos consistente en problemas lógicos que los sujetos tenían que resolver.

Una vez terminada la tarea de distracción se pasaba a la medida de la variable dependiente. Para ello se distribuía a los sujetos unas hojas de registro en las que tenían que escribir las frases que recordaban. Además, se les decía que dispondrían de diez minutos para esta tarea, y que el transcurso de dicho tiempo se les iría indicando en un reloj que aparecería en la pantalla del ordenador.

En cada condición había tres tipos diferentes de hojas de registro.

A unos sujetos se les entregaba una hoja de registro con una serie de espacios en blanco donde tenían que escribir las frases, sin ningún tipo de pista para el recuerdo. A otro grupo se les entregaba otra hoja de registro pero en cada espacio figuraban los términos relacionados con la conducta. A un último grupo se les entregaba otra hoja de registro con pistas de rasgos relacionados con el actor de la frase.

Una vez cumplido el tiempo establecido se les indicaba que el experimento había concluido.

Consideramos cada frase estructurada en tres partes: sujeto, verbo y predicado. Se dio un punto por el recuerdo correcto de cada una de las partes. Por tanto, la máxima puntuación para una frase era de tres puntos. La puntuación máxima que podía obtener un sujeto, teniendo en cuenta que había 20 frases, era de 60 puntos.

Resultados

Con las puntuaciones obtenidas por los sujetos se realizó un análisis de varianza de 3 (meta de procesamiento) x 3 (tipo de pista) x 2 (tipo de rasgo), con medidas repetidas en la última variable. El análisis de los resultados indica que las informaciones conductuales relativas a rasgos fáciles se recuerdan mejor que las difíciles (F(1,99)= 60.6; p=0.00), y que también se producen diferencias significativas en función de la meta de procesamiento (F(2,99)= 37.5; p=0.00). Sin embargo, el resultado de más interés para nuestras hipótesis es la interacción significativa que se produce entre las tres variables incluidas en el experimento (F(4,99)= 2.39; p=0.05). Para aprender mejor el sentido de este resultado se han dispuesto los datos en dos figuras en función de la variable tipo de rasgo. La figura 1 representa la distribución del recuerdo cuando la información conductual se refiere a rasgos fáciles.

La pauta de recuerdo observada indica que no hay diferencias entre la condición en la que los sujetos debían memorizar las informaciones conductuales y aquellos que debían formarse una impresión. Concretamente, el mayor recuerdo se obtiene con una pista de rasgo, seguido del recuerdo con pista de asociado conductual, y el nivel de recuerdo más bajo se obtiene sin pista. En cambio, sí son significativas las diferencias entre esas dos condiciones y la de memorizar dígitos, independientemente del tipo de pista empleado para estimular el recuerdo (F(1,99)= 6.12; p=0.01). En esta ocasión, el mayor nivel de recuerdo se obtiene cuando no se les da a los sujetos ningún tipo de pista, mientras que dar cualquiera de los dos tipos de pista más que facilitar dificulta el recuerdo.

Los datos relativos a los rasgos difíciles se representan en la figura 2.

En este caso, las mayores diferencias se obtienen en la condición de formación de impresiones. Concretamente, el recuerdo es significativamente mayor cuando no se da ninguna pista que cuando se da como pista un rasgo (F(1,99)= 4.28; p=.041) o cuando se da como pista un asociado a la conducta (F(1,99)= 19.73; p=.000).

En cuanto a la condición de memorizar frases, el patrón de recuerdo es el mismo que el de la condición anterior, el mayor nivel de recuerdo se obtiene sin pista, seguido del recuerdo con pista de rasgo y el menor recuerdo cuando se les presenta un asociado conductual. Sin embargo, hay un único contraste significativo entre el nivel de recuerdo más alto y el más bajo (F(1, 99)=3.97; p=.049).

Por último, en la condición de memorizar dígitos, los niveles de recuerdo con algún tipo de pista siguen estando por debajo de los alcanzados sin pista. Los contrastes de medias no dan resultados significativos.

Además de los resultados comentados hay otro aspecto importante que son las diferencias significativas en el nivel de recuerdo alcanzado dependiendo del tipo de rasgo implicado en la conducta (F(1,99)= 60.60; p=.000). Si contrastamos las dos figuras vemos como, en líneas generales, el recuerdo al que los sujetos llegan cuando los rasgos son fáciles es mayor que el que obtienen cuando son difíciles.

Discusión

El objetivo de esta investigación, indagar en los factores que afectan al nivel de espontaneidad con el que se realiza el proceso inferencial, se ha cumplido satisfactoriamente ya que, tal y como hipotetizábamos, tanto las metas de procesamiento de los sujetos al codificar la información como las características del rasgo que se tiene que inferir influyen en el nivel de espontaneidad de dicho proceso.

En relación con el primer factor mencionado, nuestro interés se centraba en estudiar si la inferencia de rasgos se realiza de forma espontánea independientemente de la meta que tiene el sujeto cuando recibe la información, o si por el contrario, los fines que guían el procesamiento intervienen en el grado de espontaneidad del proceso inferencial. Concretamente, nuestra hipótesis defendía una inferencia de rasgos espontánea en la memorización de frases y en formación de impresiones pero no en la condición de memorizar dígitos. Los resultados obtenidos corroboran esta hipótesis. De acuerdo con los resultados la pista de rasgo elicita el mayor nivel de recuerdo tanto bajo la condición de formación de impresiones como en la condición de memorizar frases, no dándose diferencias significativas entre ambas condiciones. De este resultado se extrae que los sujetos realizan inferencias de rasgos espontáneas, o lo que es lo mismo, que llevan a cabo procesos inferenciales sin motivaciones específicas. Sin embargo, hay que matizar que esta afirmación es real siempre que dicho proceso inferencial no esté compitiendo con otras tareas que suponen una sobrecarga cognitiva como ha sido en este caso la memorización de números. En este sentido, nuestros resultados contradicen la posición de Winter, Uleman y Cunniff (1985), para quienes la inferencia de rasgos ocurriría sin interferencia con otros procesos que requieren capacidad de procesamiento. Sin embargo, nuestros resultados en la condición de memorizar dígitos sí coinciden con los de Uleman, Newman y Winter (1992), quienes al analizar el recuerdo de la frase encuentran que en la condición de dígitos fácil (presentación de números iguales) las pistas de rasgos son muy efectivas para elicitar el recuerdo, pero en la condición de dígitos difícil (presentación de números de una, dos y tres cifras diferentes) las pistas de rasgos son ineficaces. Esto es, en la última condición se produce una inhibición o interferencia con el proceso inferencial.

Ahora bien, esta afirmación solo sirve cuando los rasgos implicados en la frase son fáciles de imaginar ya que las conclusiones que se extraen del recuerdo con rasgos difíciles de imaginar son bien distintas. Concretamente, para este tipo de rasgos los resultados muestran que no es posible llevar a cabo un proceso inferencial cuando no son instruidos explícitamente a ello, pero tampoco cuando se les instruye explícitamente a que lo realicen. Ello se debe a que en las tres condiciones experimentales el recuerdo sin pista es superior al recuerdo con pista rasgo-actor. Esto es, la pista rasgo-actor no fue efectiva para el recuerdo de la frase por lo que, según el paradigma de la especificidad de Tulving y Thomson (1973), podemos concluir que los sujetos no realizaron la inferencia de rasgos. Sin embargo, aunque esta explicación es coherente en los casos en los que se memorizan frases o memorizan dígitos, no parece lógica en el caso de la formación de impresiones. La pregunta es ¿por qué los sujetos teniendo la instrucción precisa de hacer una inferencia de rasgos no la realizaron? De acuerdo con nuestros datos es posible que los sujetos sí realizaran la tarea tal y como se les pidió, pero que su inferencia no coincidiera con el rasgo presentado para elicitar el recuerdo. Dado que el tipo de rasgo implicado en la frase era difícil de imaginar pudo eventualmente suceder que el rasgo inferido al codificar la información fuese distinto al que se facilitó en el experimento.

En definitiva, la investigación aquí presentada ha constatado la incidencia de dos factores, metas de procesamiento y características del rasgo, en la espontaneidad del proceso inferencial.

Agradecimientos

El trabajo que se presenta en este artículo se ha realizado gracias a la financiación por la DGICYT de dos proyectos de investigación (PS93/0129 y PB94/0259), desarrollados por el equipo al que pertenece la autora. Asimismo, la autora agradece los comentarios y sugerencias de Manuel Capilla, Rosaura González, Fátima Marichal, Dolores Morera, Armando Rodríguez, Ramón Rodríguez, y Jose Manuel Yanez.

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Aceptado el 6 de agosto de 1997

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