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Psicothema was founded in Asturias (northern Spain) in 1989, and is published jointly by the Psychology Faculty of the University of Oviedo and the Psychological Association of the Principality of Asturias (Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias).
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PSICOTHEMA
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  • Digital Edition:: 1886-144X
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Psicothema, 2006. Vol. Vol. 18 (nº 3). 565-571




ESTRUCTURA FACTORIAL Y FIABILIDAD DEL INVENTARIO DE PERSPECTIVA TEMPORAL DE ZIMBARDO

Juan Francisco Díaz-Morales

Universidad Complutense de Madrid

La orientación temporal es una variable psicológica fundamental, pues inunda todos los aspectos del comportamiento humano. La orientación al pasado, presente y futuro permite descomponer y organizar en diferentes marcos temporales el flujo continuo de la conducta, dándole sentido y coherencia. Recientemente, se ha propuesto el Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo (ZTPI) como una medida multidimensional de la orientación temporal que incluye la evaluación positiva y negativa del pasado y el presente, así como la evaluación de la orientación futura. El objetivo de este estudio es analizar la estructura factorial y la fiabilidad del ZTPI en una muestra adulta de la población española. El inventario fue cumplimentado por 756 personas con edades comprendidas entre los 19 y 67 años (M= 40.1, DT= 15.45). El análisis de componentes principales arrojó una estructura en cinco factores muy similar a la obtenida en muestras universitarias norteamericanas, aunque con algunas pequeñas diferencias en la composición del factor presente-fatalista. La fiabilidad de cada factor fue adecuada. Las diferencias en función de la edad y el sexo indicaron que los grupos de más edad estaban más orientados al futuro y menos al presente hedonista, las mujeres estaban más orientadas que los varones al pasado negativo, pasado positivo y presente fatalista, mientras que las mujeres jóvenes estaban más orientadas al futuro que las mujeres mayores.

Factorial structure and reliability of Zimbardo Time Perspective Inventory. Time orientation is a fundamental psychological variable, what it flows all aspects of human behaviour. Past, present, and future orientation decomposed of allocated into different temporal frames the continual flow of behaviour, providing meaning and coherence. It has been proposed the Zimbardo Time Perspective Inventory (ZTPI) so multidimensional measure of time orientation, which include positive and negative evaluation of past and present, as well as future evaluation. The factorial structure and reliability of ZTPI was analysed on Spanish adult population. The participants were 756 adults with age range 19-67 years old (M= 40.1, SD= 15.45). The principal components analyses showed five factors, very similar to obtain on nort-american undergraduate samples, even thought a little difference in composition of the present-fatalist factor. The reliability of each factor was suitable. Age and gender differences analysis showed that older groups were more future oriented and less present hedonist, female were high orientation to past negative, past positive and present fatalist, while young females were more future oriented than older females.

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Una de las características más representativas del comportamiento humano es su capacidad para percibir el tiempo (Roberts, 2002; Suddendorf y Corballis, 1997). Durante siglos, el análisis de la naturaleza del tiempo y su papel en la conciencia humana ha sido uno de los temas de estudio más recurrentes dentro del ámbito de la filosofía (Roeckelin, 2000). Desde hace más de un siglo, los psicólogos se han incorporado a este debate proponiendo que la percepción del tiempo constituye uno de los elementos fundamentales de la cognición que da sentido a las experiencias vividas (James, 1890), permite autorregular el comportamiento presente (Lewin, 1942) y anticipar el futuro (Fraisse, 1967). Aunque una buena parte del conocimiento acumulado sobre la percepción del tiempo está basado en estudios y resultados muy diversos (véase Thiébaut, 1998), pueden diferenciarse dos conceptos temporales fundamentales y estrechamente relacionados (Holman y Silver, 1998). En primer lugar, la perspectiva temporal, cuya principal característica sería la distancia cognitiva a la que se sitúan las experiencias vividas y las metas (Nuttin, 1985), junto con otras propiedades como su grado de coherencia, cantidad, afectividad o continuidad (Nurmi, 1989; Pervin, 1989; Schmuck y Sheldon, 2001). En segundo lugar, la orientación temporal, que haría referencia a la tendencia diferencial del sujeto a estar centrado en el pasado, presente o futuro (Lewin, 1942; Zimbardo y Boyd, 1999). Aunque Zimbardo y Boyd (1999) utilizan el término «perspectiva», puede considerarse que el Inventario de Perspectiva Temporal es una medida de la orientación temporal de acuerdo a la diferenciación de Holman y Silver (1998).

Retomando las propuestas de Lewin sobre las «perspectivas temporales», Zimbardo y Boyd (1999) proponen que la orientación temporal es un proceso que está en el origen del comportamiento individual y social, y puede ser entendida como «the totality of the individual’s views of his psychological future and psychological past existing at a given time» (Lewin, 1942, p. 75). Un proceso que con frecuencia es no consciente y que permitiría descomponer y organizar en diferentes marcos temporales el flujo continuo de la conducta, dándole sentido y coherencia. De este modo, los marcos temporales (i.e., pasado, presente y futuro) permitirían codificar, organizar y recordar experiencias pasadas y presentes, así como construir nuevas metas, expectativas y escenarios futuros. Una orientación temporal «balanceada» permitiría considerar conjuntamente los diferentes marcos temporales de acuerdo a las demandas situacionales y lograr así la denominada competencia temporal (Zaleski, 1994), y un sentido del yo más realizado (Erikson, 2000). Sin embargo, este equilibrio puede alterarse cuando una de las orientaciones temporales es utilizada con más frecuencia, de modo que la persona estaría «sesgada» hacia determinada orientación temporal, lo que, para Zimbardo y Boyd (1999), constituiría un estilo disposicional relativamente estable.

La definición operacional de la orientación temporal ha sido muy diferente de un estudio a otro, lo que ha provocado que buena parte de los resultados obtenidos sean difícilmente comparables. De algunos de los procedimientos para la evaluación de la orientación temporal no pueden obtenerse indicadores de fiabilidad (e.g., test de la línea o test de los círculos; véase Thiébaut, 1998), mientras que entre los procedimientos basados en el autoinforme no siempre se considera la inclusión de todas las dimensiones temporales, descuidando principalmente la consideración de la orientación al pasado. Tal es el caso, por ejemplo, de la Escala de Ansiedad Futura (Zaleski, 1996), la Escala de Consideración de las Consecuencias Futuras (Strathman, Gleicher, Boninger y Edwards, 1994), y las escalas de Perspectiva Temporal Futura de Lang y Cartensen (2002) o Stouthard y Peetsma (1999), entre otras. Para Zimbardo y Boyd (1999) esta situación ha sido propiciada por la falta de un marco teórico sólido y la ausencia de una medida estándar, fiable y válida.

La creación del Zimbardo Temporal Perspective Inventory (ZTPI) trata de solventar las limitaciones de la medida de la orientación temporal con la propuesta de un instrumento que evalúa las diferentes dimensiones temporales, así como con una adecuada fiabilidad en cada una de sus dimensiones que no sólo se refieren al pasado, presente y futuro, sino también a la valencia afectiva asignada al pasado y al presente (Zimbardo y Boyd, 1999). La primera versión del instrumento fue utilizada en una encuesta popular del Psychology Today (n= 12.000; González y Zimbardo, 1985; Zimbardo y González, 1984) e incluía solamente la evaluación del presente y el futuro. La constatación de otros factores y las relaciones de éstos con diferentes estilos de vida inició un proceso de refinamiento psicométrico del inventario, en el que se incluyeron elementos para la evaluación de la orientación al pasado. En 1999, Zimbardo y Boyd publican la última versión del ZTPI compuesto por cinco factores: pasado negativo, que refleja una visión del pasado pesimista y negativa; presente hedonista, formado por elementos relacionados con una actitud ante la vida y el tiempo basada en el disfrute de los placeres del momento actual; futuro, entendido como la tendencia a planificar y realizar metas futuras distantes en el tiempo; pasado positivo, que evaluaría una actitud nostálgica y feliz del pasado; y presente fatalista, que es entendido como la ausencia de orientación temporal, sin énfasis en el momento presente, sin nostalgia del pasado, ni interés por el futuro.

De acuerdo con Zimbardo y Boyd (1999) los resultados obtenidos tanto en estudios experimentales como correlacionales indican que el ZTPI es un instrumento fiable y válido para la evaluación de la orientación temporal. Un aspecto destacado en los estudios de validez del instrumento es la constatación de que la orientación temporal no es una denominación nueva de viejos conceptos relacionados con la rememoración del pasado, el disfrute del presente y la orientación a metas. De este modo, aunque la relación con depresión, búsqueda de sensaciones y responsabilidad, respectivamente, es elevada (véase Zimbardo y Boyd), los estudios de validez discriminante realizados por los autores indican que son constructos psicológicos no superpuestos. El carácter fundamental y básico de la variable temporal en el comportamiento humano explicaría que las dimensiones del ZTPI compartan un porcentaje de varianza común con un amplio conjunto de variables psicológicas, lo que no significaría que la contribución parcial de las cinco dimensiones temporales sea irrelevante. Así, por ejemplo, la orientación presente y futura son las dos variables más importantes en la predicción del consumo de sustancias cuando se consideran junto con otras 13 variables de personalidad teóricamente relacionadas (Keough, Zimbardo y Boyd, 1999), la orientación al pasado es una variable moderadora en la explicación de los efectos a largo plazo de experiencias traumáticas (Holman y Silver, 1998), y la orientación futura es un excelente predictor de las conductas de prevención de la salud (Rothspan y Read, 1996).

En cuanto a las diferencias en función de la edad y el sexo en las dimensiones temporales, los resultados son escasos (Zaleski, 1994). En general, la mayor parte de estudios sobre la orientación temporal no encuentran diferencias de sexo (Bouffard, Bastin y Lapierre, 1994; Lapierre, Bouffard y Bastin, 1997). Sin embargo, Zimbardo y Boyd (1999) encuentran que las mujeres universitarias están más orientadas al pasado positivo y al futuro. Por otra parte, los resultados sobre las diferencias en función de la edad indican que se produce un incremento de la orientación futura desde la adultez temprana hasta la edad madura y una disminución progresiva durante la vejez (Bouffard et al, 1994). La disminución de la orientación futura en la vejez no tendría una connotación negativa para el anciano, sino que sería una de las consecuencias de los procesos autorreguladores que se pondrían en marcha cuando el tiempo es percibido como finito (Lang y Carstensen, 2002).

De este modo, en este estudio se presenta la traducción del ZTPI al castellano, los primeros resultados sobre sus propiedades psicométricas, que estarán centrados en el análisis de su dimensionalidad y fiabilidad, así como en el análisis de las diferencias en cada uno de los componentes de la orientación temporal según la edad y el sexo de los participantes.

Método

Participantes

Los participantes en este estudio han sido 756 personas con edades comprendidas entre los 19 y 67 años (M= 40.1, DT= 15.45), de los cuales el 61.8% son mujeres. Además de la edad y el sexo, cada participante indicó los años de educación recibida (M= 14.2, DT= 4.5) y su nivel de estudios: el 25.2% de la muestra cursó estudios primarios o no los finalizó, el 19% cursó estudios secundarios, el 51.9% cursó estudios superiores y un 3.9% no informó.

Instrumentos

El ZTPI es un instrumento de 56 elementos con una escala de cinco opciones de respuesta, que hacen referencia a las creencias, preferencias y valores asignados al pasado, presente y futuro. Los 56 ítemes se organizan en cinco factores que han sido reproducidos mediante análisis factorial exploratorio y confirmatorio en población universitaria norteamericana (Zimbardo y Boyd, 1999). La fiabilidad de los factores oscila entre α= .74 del factor presente fatalista y α= .82 del factor pasado negativo. En cuanto a la validez convergente y discriminante, cada uno de los factores se relaciona con un amplio conjunto de variables, dado el carácter básico y fundamental de la dimensión temporal en la conducta. Por ejemplo, pasado negativo se relaciona principalmente con depresión, ansiedad y baja autoestima; presente hedonista se asocia con búsqueda de sensaciones, falta de consideración de futuras consecuencias y bajo control de impulsos. Futuro se relaciona con responsabilidad, consideración de futuras consecuencias y preferencia por consistencia. Pasado positivo se relaciona con autoestima y negativamente con depresión, agresividad y ansiedad. Por último, presente fatalista se relaciona con agresividad, ansiedad, depresión y negativamente con la consideración de las consecuencias futuras. Además de los estudios sobre la validez convergente y discriminante, el instrumento también tiene una adecuada validez en la predicción de conductas de riesgo para la salud (e.g., consumo de sustancias y prácticas sexuales de riesgo), grado de implicación en la participación en experimentos continuados en el tiempo o cambios de estatus percibido en la jerarquía militar (Zimbardo y Boyd, 1999).

Procedimiento

La traducción del inventario fue realizada por el autor del presente trabajo. Posteriormente, la versión fue revisada por un lingüista nativo y por dos psicólogos. Se realizó una primera aplicación del inventario a un grupo de estudiantes, quienes anotaron aquellos elementos en los que tuvieron dificultades de comprensión.

Los participantes fueron reclutados a través de un grupo de estudiantes debidamente entrenados (n= 50), quienes durante un año aplicaron el ZTPI a diferentes personas de su entorno con edades comprendidas entre los 20 y 65 años. Todos los participantes dieron su consentimiento para que sus datos fuesen incluidos en posteriores trabajos de investigación, siempre que se garantizase la confidencialidad de los datos. Ningún participante fue remunerado económicamente.

Análisis de datos

Los análisis de datos realizados han sido el análisis de componentes principales (rotación varimax) para analizar la dimensionalidad del inventario, el análisis de la consistencia interna de cada factor (coeficiente alpha de Cronbach), y la correlación de Pearson para analizar las relaciones entre las escalas del ZTPI en diferentes grupos edad. Los análisis de datos se han realizado con el programa estadístico SPSS (1988).

Resultados

Los resultados se han organizado en dos apartados. En primer lugar, se analiza la estructura factorial del ZTPI comparándola con la obtenida por Zimbardo y Boyd (1999), calculando los coeficientes de fiabilidad para cada factor, así como el grado de equivalencia entre ambas estructuras. En segundo lugar, se analizan las diferencias en cada uno de los componentes de la orientación temporal según la edad y el sexo de los participantes.

Para analizar la estructura factorial del ZTPI se ha utilizado el mismo procedimiento empleado por Zimbardo y Boyd (componentes principales, rotación varimax), con el objetivo de comparar nuestros resultados con los obtenidos por los autores del inventario. En este sentido, se ha considerado conveniente explorar la composición de los factores, sin considerar a priori la estructura encontrada en población universitaria norteamericana (Pérez-Gil, Chacón y Moreno, 2000). El examen del gráfico de sedimentación indicó que cinco factores eran viables de acuerdo al criterio de contraste de caída (Cattell, 1966). El índice de adecuación muestral Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) fue .83. Los cinco primeros factores explicaron el 33.82% de la varianza (11.22%, 7.74%, 6.49%, 4.36% y 3.98%). El porcentaje de varianza explicado es sensiblemente menor al obtenido por Zimbardo y Boyd (36 %).

En la tabla 1 aparece la estructura factorial obtenida del ZTPI tras la rotación varimax. En la séptima columna se indica a qué factores de la estructura factorial de Zimbardo y Boyd (1999) pertenecen los elementos no coincidentes. En general, la composición de cada uno de los cinco factores es muy semejante a la encontrada por Zimbardo y Boyd, excepto 11 elementos que tienen elevados pesos factoriales en factores distintos.

El primer factor, pasado negativo, indica una visión pesimista, negativa y desfavorable del pasado. Está configurado por ítemes como «Pienso en las cosas malas que me han ocurrido en el pasado», «He cometido errores en el pasado que ojalá pudieran deshacerse», o «A menudo pienso en las cosas tan diferentes que pudiera haber hecho en mi vida». De acuerdo a la estructura obtenida por Zimbardo y Boyd, los ítemes 11, 38, 41 y 51 corresponderían a los factores pasado positivo, presente fatalista y futuro. El elemento 11, «Si los pongo en una balanza, tengo muchos más recuerdos buenos que malos», que correspondería a pasado positivo, tiene un mayor peso factorial negativo en el factor pasado negativo. El elemento 38, «El camino de mi vida está controlado por fuerzas en las que no puedo influir», que correspondería al factor presente fatalista (en el que tiene un peso factorial elevado= .40), está relacionado con una visión del tiempo negativa, pero en nuestro caso, del pasado. Por último, los ítemes 41, «Me encuentro "fuera de onda" cuando los miembros de mi familia hablan de cómo solían ser las cosas», y 51, «Me mantengo trabajando en tareas poco interesantes si éstas me ayudan a salir adelante», que corresponderían al factor futuro, aparecen en este factor posiblemente por la alusión al pasado del primero y la connotación negativa del segundo. La fiabilidad del factor (alpha de Cronbach) es α= .80 y el rango de coeficientes de correlación ítem-escala corregidos oscila entre .28 y .62.

El segundo factor, presente hedonista, refleja una actitud hacia el tiempo y la vida basada en el placer, el disfrute y la realización de experiencias arriesgadas y excitantes. Algunos de los elementos más representativos son «Me arriesgo para poner excitación en mi vida», «Me dejo llevar por la excitación del momento», «Cuando escucho mi música favorita, pierdo la noción del tiempo» o «Idealmente, viviría cada día de mi vida como si fuese el último». La composición de este factor es muy similar a la obtenida por Zimbardo y Boyd (1999). La fiabilidad es α= .79 (rango coeficientes correlación ítem-escala corregidos entre .30 y .58).

El tercer factor, futuro, está formado por elementos relacionados con la responsabilidad, la orientación a metas, el cumplimento de plazos y, en general, con la preocupación por las consecuencias posteriores de la conducta. Algunos de estos elementos son «Termino mis proyectos a tiempo, avanzando de manera estable y continua», «Creo que el día de una persona debería planificarse por la mañana», o «Soy capaz de resistirme a las tentaciones cuando sé que hay trabajo que hacer». El ítem 35 tiene un peso factorial y un coeficiente de correlación ítem-escala muy bajos. Cuando el ítem es eliminado del factor, el coeficiente alpha de Cronbach mejora de .70 a .74 (rango coeficientes correlación ítem-escala corregidos entre .32 y .51).

El cuarto factor, pasado positivo, constituye la valoración nostálgica y entusiasta del pasado. Permite considerar la reconstrucción positiva del tiempo ya pasado y de las experiencias vividas. Está formado por elementos como «Me gusta pensar en el pasado», o «Me divierten las historietas sobre cómo eran las cosas en los viejos tiempos». Los ítemes 47 y 39 se corresponderían a los factores futuro y pasado negativo, respectivamente. El peso factorial del ítem 47 es elevado en el resto de los factores y su coeficiente de correlación ítem-escala es bajo (r= .18). Sin el ítem 47 el coeficiente alpha de Cronbach (α= .70) mejora sensiblemente (rango coeficientes correlación ítem-escala corregidos entre .22 y .50).

Por último, el quinto factor, presente fatalista, revela una actitud desesperanzada, indefensa y negativa hacia el futuro y la vida en general. Implica una ausencia de orientación temporal. Algunos de los elementos que definen este factor son «No tiene sentido preocuparme por el futuro ya que de todos modos no puedo hacer nada», «El camino de mi vida está controlado por fuerzas en las que no puedo influir» o «Uno no puede planificar el futuro porque las cosas cambian mucho». Este factor tiene el mayor número de elementos no coincidentes con la salida factorial de Zimbardo y Boyd. La no coincidencia se produce con los elementos 24, «Afronto cada día como viene, sin intentar planificarlo», 23, «Tomo mis decisiones en el mismo momento en que actúo», y 44, «Con frecuencia sigo lo que me dice el corazón más que la cabeza», que corresponderían al factor presente hedonista. Aunque estos elementos estén asociados al presente, en nuestro caso se relacionan con la visión pesimista del presente más que con la visión hedonista. Por último, el ítem 43, «Hago listas de cosas para hacer», que tendría que estar relacionado con el futuro, se relaciona negativamente con el factor presente fatalista. El coeficiente alpha de Cronbach es 0.64 (rango coeficientes correlación ítem-escala corregidos entre .22 y .48).

En conclusión, la estructura factorial es muy semejante a la obtenida por los autores, excepto 11 elementos que pesan en factores distintos y que deberán ser revisados en futuras versiones del inventario. Para analizar la equivalencia de la estructura factorial obtenida con la publicada por Zimbardo y Boyd (1999) se calculó el coeficiente de congruencia (rc) para cada factor de acuerdo con la fórmula de Cattell (1978: 252). Los coeficientes de congruencia obtenidos son aceptables para pasado negativo, presente hedonista y futuro (rc= .97, rc= .93 y rc= .90, respectivamente) y algo menores para pasado positivo y presente fatalista (rc= .83 y rc= .79, respectivamente).

De acuerdo con la composición de los factores obtenida y suprimiendo los elementos 35 y 47, se calcularon las puntuaciones en cada uno de los factores. Para analizar las diferencias en función de la edad y el sexo en cada factor se consideró previamente el efecto del número de años de educación recibida. La relación entre los años de educación recibida y la edad, r(737)= - 50, p<.001, era mayor para las mujeres, r(456)= -.52, p<.001, que para los varones, r(276)= -.24, p<.001, por lo que esta variable fue controlada a la hora de realizar los análisis sobre las diferencias en función de la edad y el sexo.

De acuerdo a la distribución de frecuencias de la edad fueron definidos tres grupos de 19-29, 30-49 y 50-67 años. Se realizó un análisis de covarianza múltiple (MANCOVA) controlando la influencia de los años de educación recibida. El análisis arrojó un efecto significativo tanto de la edad, Raíz mayor de Roy= .20, F(5,719)= 7.28, p<.001, η2= .17, como del sexo, Raíz mayor de Roy= .51, F(5,718)= 7.28, p<.001, η2= .04, y un efecto de interacción entre el sexo y la edad, Raíz mayor de Roy= .02, F(5,718)= 2.58, p<.05, η2= .02. Las diferencias entre los grupos de edad resultaron ser significativas en orientación al presente hedonista, F(2,722)= 43.95, p<.001, h2= .11, siendo menor en el grupo de edad de 50-67 años con respecto a los grupos de 30-49 y 19-29 años (test de Bonferroni, p<.05); y en orientación al futuro, F(2,722)= 25.03, p<.001, η2= .06, el grupo de 19-29 años obtuvo una menor puntuación que los grupos de 30-49 y 50-67 años.

En cuanto a las diferencias según sexo, las mujeres obtuvieron una mayor puntuación en orientación tanto al pasado negativo, F(1,722)= 5.02, p<.05, η2= .007, como al pasado positivo, F(1,722)= 15.53, p<.001, η2= .025, así como al presente fatalista, F(1,722)= 11.01, p<.01, η2= .015. Por último, la interacción entre la edad y el sexo indicó que las mujeres de 19-29 años estaban más orientadas al futuro que los varones, mientras que las mujeres de 50-67 años obtuvieron una menor puntuación en orientación futura que sus pares varones, F(2,722)= 5.53, p<.01, η2= .015. El resto de las comparaciones post-hoc (test de Bonferroni) fueron no significativas.

Además de las diferencias en función de la edad y el sexo se calcularon las correlaciones parciales (controlando los años de educación recibida) entre los diferentes factores del ZTPI para cada grupo de edad. Los resultados son prácticamente equivalentes cuando se calculan las correlaciones de orden cero. Entre los adultos jóvenes (19-29), el pasado negativo tiene una relación moderada y negativa con futuro y positiva con presente fatalista, mientras que el presente hedonista se relaciona negativamente con futuro, y positivamente con presente fatalista; por último, el futuro se relaciona negativamente con presente fatalista.

En el grupo de mediana edad (entre 30-49 años) el pasado negativo se relaciona positivamente con presente hedonista, pasado positivo y presente fatalista; el presente hedonista se asocia con pasado positivo y presente fatalista, y, por último, el futuro se relaciona negativamente con presente fatalista.

Por último, en el grupo de 50-67 años, el pasado negativo se relaciona positivamente con presente hedonista, pasado positivo y presente fatalista, y negativamente con futuro; el presente hedonista se relaciona con pasado negativo y presente fatalista, mientras que el futuro se relaciona inversamente con presente fatalista.

Discusión y conclusiones

Los resultados sobre la dimensionalidad del ZTPI indican una estructura factorial en cinco factores, tal y como obtienen Zimbardo y Boyd (1999) en muestras universitarias norteamericanas. La composición de tres de los cinco factores obtenidos (pasado negativo, presente hedonista y futuro) es equivalente a la estructura original, mientras que la composición de los factores pasado positivo y presente fatalista tiene algunos elementos no coincidentes. Sin embargo, los cambios de posición de los elementos entre los diferentes factores es coherente con la significación teórica de cada uno de ellos. Así, por ejemplo, dos de los elementos no coincidentes en pasado negativo tienen pesos factoriales elevados en los factores correspondientes de Zimbardo y Boyd (elementos 11, en futuro y 38 en presente fatalista), mientras que el factor presente fatalista incluye tres elementos que corresponderían al factor presente hedonista. La inclusión de ítemes hedonistas en el factor presente fatalista podría indicar que ciertos aspectos culturales (i.e., valores) puedan estar relacionados con una valoración afectiva diferente del tiempo presente (Páez y González, 2000). Es interesante subrayar que los tres elementos hedonistas no coincidentes tienen que ver con aspectos de planificación y toma de decisiones, mientras que el resto de los elementos del factor hacen referencia al disfrute y exaltación del momento actual. En cualquier caso, estos resultados invitan a realizar futuros estudios transculturales sobre este aspecto.

Otros elementos, como los ítemes 51 y 41 del factor pasado negativo, y los elementos 35 (futuro) y 47 (pasado positivo) deberán revisarse en futuras versiones del inventario o ser eliminados en aras de obtener una versión reducida (Keough, Zimbardo y Boyd, 1999). Posiblemente, la redacción del ítem 35 deba ser reformulada (fue uno de los elementos modificado en el estudio piloto del inventario), mientras que es posible que el ítem 47 no sea adecuado para el grupo de menor edad, ya que la «vida de antes» implica, necesariamente, una mayor edad cronológica. En conclusión, a pesar de los pequeños cambios en la composición de los factores mencionados, los resultados de este estudio corroboran la propuesta en cinco factores para el ZTPI obtenida por Zimbardo y Boyd (1999).

Las diferencias encontradas en función de la edad indican que los adultos jóvenes (19-29 años) obtienen una mayor puntuación en orientación al presente hedonista, mientras que los adultos de 30-49 y 50-67 años son los que obtienen una mayor orientación al futuro. Era esperable la mayor orientación futura en la mediana edad, ya que en esta etapa de la vida se produce una mayor tendencia a la responsabilidad (Costa y McCrae, 2003), así como un progresivo aumento de la interioridad (Cardenal y Fierro, 2001) y sistematización (Díaz-Morales y Castro, 2000). Lo que indican los resultados de este estudio es que la planificación y anticipación, aspectos relacionados con la orientación futura, son características del grupo de mediana edad, en el que se ha encontrado que la percepción del tiempo está orientada hacia las posibilidades que aún ofrece el tiempo de vida que queda por vivir (Lachman, 2004; Lang y Carstensen, 2002). Es probable que la mayor orientación futura en el grupo de mediana edad implique cierto nivel de racionalidad con la que planificar el futuro de la propia historia de vida (Fontecilla y Calvete, 2003).

Cuando se considera la relación entre las diferentes dimensiones en los tres grupos de edad aparece una mayor interrelación entre las dimensiones temporales con la edad, en particular considerando el pasado negativo. La importancia de la experiencia en la vida podría explicar la mayor relevancia que cobra el pasado con la edad (Cully, LaVoie y Gfeller, 2001; Neugarten, 1999), siendo especialmente relevante el incremento de la relación entre pasado negativo y presente fatalista, lo que indicaría que la visión negativa del pasado en el grupo de mediana edad «desembocaría» en una visión pesimista y desesperanzada del presente a medida que avanza la edad. Esta mayor interrelación entre las dimensiones temporales en la adultez mediana y tardía podría reflejar los cambios que se producen en la percepción del tiempo en estas edades (Lachman, 2004), ya que en esta etapa de la vida tan importante es valorar lo que se ha hecho en el pasado como considerar el tiempo que aún queda por vivir (Neugarten, 1999). Uno de los aspectos de esta etapa es que se reflexiona sobre el tiempo vivido, reinterpretando el pasado y acomodándolo al presente, dotando al self de cierta coherencia e integridad (Erikson, 2000). Esta mayor integración se produciría especialmente en el grupo de mediana edad, en el que es probable que se alcance un mayor ajuste entre su pasado, presente y futuro, o entre lo que uno es y quiere llegar a ser (Ryff, 1992), así como una mayor competencia temporal (Boyd-Wilson, Walkey, McCLure, 2002).

Por último, en cuanto a las diferencias en función del sexo, las mujeres obtienen una mayor puntuación en pasado negativo, pasado positivo y presente fatalista. En cambio, las mujeres jóvenes obtenían una mayor puntuación en orientación futura comparadas con las mujeres mayores. Estos resultados coinciden parcialmente con los obtenidos en estudiantes universitarios por Zimbardo y Boyd (1999), quienes encuentran mayores puntuaciones en pasado positivo y futuro para las mujeres. Es probable que las diferencias en presente fatalista sean debidas a la composición del factor, que incluye ítemes hedonistas de Zimbardo y Boyd, mientras que la mayor orientación al futuro de las mujeres jóvenes podría explicarse por el mayor número de tareas vitales que deberán acometer en su futuro y los límites temporales que alguna de estas tareas imponen.

En conclusión, el ZTPI es un inventario completo, fiable y válido que puede ser utilizado en aquellos estudios en los que se quiera incorporar la dimensión temporal de la conducta. Por último, es necesario señalar algunas limitaciones del estudio. Será necesario analizar la validez externa del ZTPI en su relación con otras variables psicológicas, así como su validez predictiva en el campo de la prevención de la salud. Además, en los análisis de las diferencias en función de la edad deberán considerarse los efectos de otras variables como el trabajo desempeñado, nivel socioeconómico o el grado de salud objetiva y subjetiva. Por último, el análisis factorial confirmatorio del ZTPI en otra muestra diferente podrá arrojar más luz sobre la equivalencia entre las estructuras factoriales norteamericana y española.

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