Psicothema, 1999. Vol. Vol. 11 (nº 3). 702-703

R. Secades y A. Villa

Madrid, Pirámide, ^1
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REVISION DE LIBROS / BOOK REVIEW

De la importancia y transcendencia social del juego patológico da cuenta el hecho de que en nuestro país el número de jugadores adictos al juego es de los más altos del mundo. Este dato habla por sí mismo del interés y la necesidad de un libro como el que estamos comentando que, dicho sea de paso, es el primero en España que se publica específicamente sobre este problema en la adolescencia. En este sentido, no conviene olvidar, asimismo, que la conducta de jugar y apostar es susceptible de ser aprendida por parte de adolescentes y jóvenes viendo a otros (p. e. adultos) jugando, tal y como se indica en el texto al hablar de los factores predisponentes al juego.

De la importancia y transcendencia social del juego patológico da cuenta el hecho de que en nuestro país el número de jugadores adictos al juego es de los más altos del mundo. Este dato habla por sí mismo del interés y la necesidad de un libro como el que estamos comentando que, dicho sea de paso, es el primero en España que se publica específicamente sobre este problema en la adolescencia. En este sentido, no conviene olvidar, asimismo, que la conducta de jugar y apostar es susceptible de ser aprendida por parte de adolescentes y jóvenes viendo a otros (p. e. adultos) jugando, tal y como se indica en el texto al hablar de los factores predisponentes al juego.

Puesto que el interés del libro de Secades y Villa parece justificado de entrada, merece destacarse su contenido puesto que en él se abordan no sólo los aspectos psicológicos del problema que, podrían considerarse parciales, en la medida que el juego patológico está condicionado por aspectos legales, sociales, familiares y de ocio. Todos estos matices quedan recogidos en esta obra.

A este respecto destaca que nuestro país es uno de los pocos donde la accesibilidad a las máquinas tragaperras, habitualmente colocadas en las salas de juegos recreativos, carece, en la práctica, de restricciones aún cuando existen sanciones legales para aquellos establecimientos públicos que no impidan el juego a menores de dieciocho años. Pero como muy bien se enmarca dentro del libro de El juego patológico, las medidas legales no son suficientes para prevenir y por supuesto tratar la adicción al juego. La conducta de apostar se puede aprender de otros, en muchos casos los propios familiares y su mantenimiento queda enormemente favorecido por la ausencia de respuestas alternativas adecuadas de los jóvenes a su necesidad de ocio y diversión. El aprendizaje de habilidades alternativas puede ser un elemento decisivo para evitar el problema del juego y así se expone en el texto.

También se puede destacar en el libro un clarificador capítulo sobre los videojuegos que han sido en alguna ocasión anatematizados por sus posibles efectos adictivos. Frente a esta visión apocalíptica, los autores subrayan el potencial uso para el tiempo de ocio que estos juegos pueden tener y presentan una serie de pautas muy certeras para su adecuada utilización.

En definitiva, se trata de una obra comprensiva donde se aborda, específicamente, por primera vez en castellano el problema de la ludopatía en la adolescencia y juventud, en la cual se han recogido muchas investigaciones muy recientes sobre el tema y donde se proponen y presentan muy claramente estrategias de gran utilidad para padres y educadores para evaluar, prevenir y tratar el problema.